El término "sin fronteras" se ha convertido en un referente de la acción humanitaria de carácter internacional. Desde que Médicos Sin Fronteras acuñó el término y lo asoció con una, más que meritoria, intervención de ayuda sanitaria internacional, una retahíla de organizaciones se crearon al amparo de ese"apellido", que ya es sinónimo de solidaridad.Otras organizaciones no tituladas como profesiones también suman el apellido"sin fronteras" a su especialidad o razón de ser: voluntarios, educación, energía, cuentos, nutrición, ordenadores, galgos, cristianos, pacifistas, infancia. A todos ellos súmale "sin fronteras". Trabajan en su microsegmento para mejorar en algo el mundo que nos toca vivir. Unos como voluntarios bajo el apellido-paraguas "sin fronteras", preocupándose por el abandono infame de los galgos cuando ya no son útiles desde Galgos Sin Fronteras, otros haciendo pasar un rato alegre a niños hospitalizados con sus trucos de magia desde Magos Sin Fronteras.
Bien, analicemos el por qué las organizaciones con el apellido "sin fronteras" crecen de esta manera. En mi opinión el término, además de acuñar una especie de pasaporte solidario para poder llevar a cabo misiones humanitarias allí donde sean necesarias, trae consigo un sentir que la barreras no deben existir a la hora de ayudar al prójimo o a la hora de hacer algo que creas justo. No sólo afecta a las barreras geográficas, también morales, de creencias, políticas, de todo tipo.
Sin duda el término "sin fronteras" se ha convertido es un dinamizador de conciencias y ayuda a canalizar mucha voluntad solidaria. Un buen nombre ayuda y mucho. Todo lo que termine en "sin fronteras"parece un poco más justo, un poco más solidario, un poco más internacional y el propio término empuja a apoyar esas acciones altruistas que necesitan de ti. Si así es, bienvenido sea ¿Para cuando Aduaneros Sin Fronteras?
Fuera pasaportes, abre la barrera y ayuda a los que lo necesitan, no importa lo que te preocupe, seguro que si es justo lo podemos hacer..."sin fronteras".