Hace unos días los medios de comunicación descubrieron una nueva “madre coraje" . Cristina Ponce, con dos narices, se puso montar acciones de recaudación de fondos tradicionales (rifas, meriendas,...) para que se volviese a contratar a una científica que estaba llevando a cabo una investigación sobre la diabetes que afectaba a su hija. Recaudó 7.000 euros y consiguió que Silvia, la científica, pudiese volver a su trabajo, al menos por 6 meses más. Esto es lo que se llama en el argot: "micro campaña de captación de fondos finalista". Más concretamente lo que pasó fue que 14 investigaciones llevadas a cabo en el Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia (CIPF) se veían interrumpidas por un ERE que afectaba a 114 personas entre científicos y técnicos de apoyo, algunas relacionadas con el cáncer. Casi nada! Para cualquier fundraiser que se precie y pueda y tenga tiempo, este proyecto es uno de los más potentes de cuantos he podido tener en mi radar en
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