Amnistía Internacional es una de esas organizaciones de las que, todos los que formamos parte del tercer sector, nos sentimos orgullosos. En mayor o menor medida deberíamos de apoyarla para garantizar su existencia, simplemente para que haya alguien que haga lo que ellos hacen.
En este caso traigo al blog una campaña que están lanzando para sensibilizar sobre las múltiples aristas que presenta la pobreza, con un mensaje final digno de reflexión: ¿Quien es pobre si tiene intacta su dignidad?
Vivimos en un mundo que no merecemos y entre todos lo estamos devorando desde el consumismo y sus despiadadas reglas. No respetamos ninguna de las alarmas que el planeta nos lanza y algo me dice que este no es el camino que deberíamos de seguir.
En este caso, la campaña de AI (de Contrapunto) busca hacernos reflexionar sobre la importancia de traer a la superficie valores perdidos que dignifican al ser humano. Como siempre atinan en el mensaje y en su oportunidad, porque hoy, más que en otros tiempos, la pobreza es cuestión de dignidad.