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CONTRA LA ABLACIÓN, CINE: FLOR DEL DESIERTO





En pleno siglo XXI todavía tenemos entre nosotros "tradiciones" que atentan gravemente contra el ser humano. Una de ellas: la ablación.  La mutilación genital femenina está basada en insostenibles creencias ancestrales, impuestas a las mujeres por las propias mujeres.

Aunque parezca increíble, es más común hoy en día de lo que lo era en períodos anteriores. Su práctica no se limita al continente africano, ocurre también en Asia y, por desgracia, se "exporta" a América y Europa por aquellos que la defienden.  Recurren a tradiciones religiosas para argumentar en su favor, pero lo cierto es que este tipo de prácticas no está amparada por ninguna religión.

La pérdida, casi total, de sensibilidad genital es la principal consecuencia, con el añadido trauma psicológico. Se realiza de manera rudimentaria a cargo de ancianas curanderas y con herramientas como cristales o cuchillas de afeitar Muchas mujeres mueren desangradas, o por infección, en medio de tremendos dolores en las semanas posteriores.

Hay muchas causas justas con las que colaborar y ayudar a prohibir la ablación es una de ellas. En este caso exigiendo su erradicación del planeta, persiguiendo a sus impulsores y defensores y dando apoyo a quienes abanderan su desaparición.

Desde el blog queremos hacerlo a través del trabajo de Waris Dirie, mujer valiente, que cuenta con una historia sobrecogedora.

Hay determinadas herramientas, como el cine, que utilizadas desde el marketing humanitario para dar a conocer causas justas por las que luchar son muy eficaces. Ya le hemos dedicado alguna entrada al cine, como uno de los más poderosos caminos para comunicar cosas, sobre todo entre los jóvenes llamados a cambiar el planeta.

Waris Dirie cuenta en Flor del Desierto su vida y su experiencia con la ablación. Conocerla ayuda a esa sensibilización tan necesaria.



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